Lazarito
Al altar de San Lázaro lo cubre una manta de satín violeta con ribetes dorados que se desliza a lo largo de los cuatros niveles que alcanzan casi el techo de la vivienda. En el primer nivel, justo en el
Al altar de San Lázaro lo cubre una manta de satín violeta con ribetes dorados que se desliza a lo largo de los cuatros niveles que alcanzan casi el techo de la vivienda. En el primer nivel, justo en el
Me cubro la cabeza con la sábana y juego a no despertarme. Imagino que todos me suponen dormida y me divierto adivinando lo que sucede a mi alrededor mientras no estoy. No sé qué hora es, seguramente pasadas las diez.
A las 4 y 20 terminaban las clases, quizás un poco después. Si algún profesor del 5to turno se quería hacer el gracioso podía dejarnos hasta mucho más tarde, lo que significaba en horario normal: llegar de noche a
A los 45 años pensé en obsequiarme una escribanía. Aprendí a escribir con Doña Luzia, en la Travesía Padre Anchieta, en la ciudad de Patos. No fue un proceso doloroso, aunque la profesora tuviese una palmatoria, y mi caligrafía no
Greta, escribo esta carta con la incertidumbre que, de hecho, sea leída por ti. Pero escribo así mismo. Deseo hacer esto con la esperanza de que la energía de amor y paz sigan acompañándote y protegiendo, delante de las expresiones